“...Mientras los feligreses observaban el cuerpo del obispo, un pedazo de la cornisa cayó del techo. Temiendo el derrumbe del edificio, la gente salió corriendo con tan mala suerte que, en medio de la avalancha, Doña Anita cayó al suelo y falleció. Mientras continuaron los festejos alrededor del cuerpo del padre Ochoa, la que tanto se opusiera al cementerio se convirtió en la primera paceña en ser enterrada en éste, pero de forma discreta. Ella estrenó el camposanto de Callampaya. Sin embargo, nadie sabe el lugar donde se encuentra su tumba.